Biografía Sobre mi!
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"Libre como el viento"

- por Claudia Cagigas -

Celina Zambón es un espíritu libre que no reconoce ataduras. Nació en Chajarí, dio sus primeros pasos artísticos en Buenos Aires, emigró a EEUU y acaba de interpretar un personaje junto a Dustin Hoffman y Barbara Streisand en la película “Little Fockers”. Actualmente vive en Buenos Aires.

Celina tiene poco más de treinta, pero, a juzgar por todo el camino recorrido, parece cierto que tuviese 103 años, como ella misma bromea. Tiene esa rara convicción de que nada es imposible cuando uno se lo propone y trabaja de veras para lograrlo. Esa misma convicción la llevó a creer que el sueño de pisar fuerte el escenario era posible; un sueño que la acompañó desde pequeña, cuando participaba en los actos del Colegio de Hermanas de Chajarí.
Hija de Lucía Chaparro y Cuqui Zambón, quedó huérfana de padre, y comenzada su adolescencia vivió tres años interna en el Colegio de Las Hermanas Franciscanas donde cursó sus estudios secundarios. Los últimos dos años vivió con una tía, pero su cabeza ya ideaba un futuro lejos de su tierra, en busca del amor de su vida: el teatro.
Terminada la secundaria se radicó en La Plata para estudiar Diseño Gráfico –carrera que ella misma se costeó- y paralelamente tomó un curso de modelo porque comenzaba su preparación para la carrera artística. Por esos años filmó decenas de comerciales, condujo programas de radio y TV, comenzó a estudiar teatro con Norman Brisky y Julio Chavez y luego llegaron pequeñas actuaciones al lado de Antonio Gasalla y otros logros como “Confesiones de mujeres de treinta” (junto a Florencia Peña y Jorgelina Aruzi), “Quédate conmigo esta noche” (en el Teatro Recoleta y Teatro de La Comedia), y “El mismo Amor, La misma Lluvia” (con Ricardo Darín dirigida por Juan Jose Campanella), entre otras tantas actuaciones. (ver Curriculum)
El flamenco también llegaría a su vida por aquel entonces y de una manera casual. Pero de inmediato advirtió que ya nunca se desprendería de él. En medio de una carrera en ascenso, Argentina cayó en la peor crisis económica de los últimos años y Celina perdió sus ahorros en el patético “corralito”. Desmoralizada, decepcionada, se marchó del país. Comenzar la vida en EEUU no fue fácil. Como primera medida tuvo que aprender inglés y luego insertarse en el mercado laboral, para lo cual apeló al flamenco, fundando Celina Zambón Flamenco Dance Company.
La batalla duró cuatro largos años hasta que pudo respirar tranquila, sentir que gran parte del camino para insertarse en Norte América estaba ganada. Y este año, gracias a la gran puerta al mundo que Internet aporta, gente de Universal Studios vio sus videos, apreció la calidad de su trabajo como bailarina y maestra de flamenco, y la convocó para enseñar flamenco al reconocido actor Dustin Hoffman para la película “Little Fokers”. No contenta con este logro, Celina advirtió que en libreto de la película había un papel que ella podía interpretar, habló con el director, audicionó junto a otros cientos de interesados y ganó. Así, además de coach de Dustin Hoffmann, se convirtió en una de las actrices de la película.

A fuego lento
Desde Los Angeles y reflexionando sobre su vida, Celina Zambón marcó la importancia de los procesos y de vivir sin preocuparse por la forma en que las cosas van a suceder. "Estamos todo el tiempo preocupados pensando cómo van a suceder las cosas, pero no tenemos que saber cómo van a suceder porque el universo se encarga de eso. Nosotros tenemos que seguir trabajando en la cocina, preparando el guiso, cortando las piecitas, estudiando y cuando uno está listo; las cosas vienen solitas."
Universal Studios es uno de los más grandes y tradicionales estudios de Hollywood. Haciendo referencia a esta convocatoria, comentó: "Para que esto suceda hay mucha cocina por atrás, hay un proceso lento de aprendizaje, de trabajo, de auto análisis, de decir esto me sale bien pero podría estar mejor. El momento llega cuando uno está listo, ni antes ni después, llega exactamente cuando tiene que llegar. Yo lo acabo de aprender."
Universal Studios «es un círculo muy pequeño donde siempre trabajan los mismo, entonces que esta pequeña puerta se abra es maravilloso y mágico.

La tierra y el viento de Chajarí (Entre Rios)
A miles de kilómetros de distancia, Celina Zambón habla de su tierra natal y se emociona. Ella, aparentemente tan fuerte, tan arremetedora, habla de su tierra y se quiebra porque sus raíces están precisamente aquí.
En un momento de la charla recordó una conversación que mantuvo con Oliver Wood –director de fotografía de Universal Studios-; un hombre de 60 años nacido en el Tibet. "El me dijo así: cuando nacemos heredamos de nuestros padres el parecido físico, pero nuestra alma está creada por la tierra y el viento del lugar donde nacemos”. Lo fantástico de todo esto es el círculo gigante que tuve que hacer para entender lo que me pasa con Chajarí y con Argentina. Tuve que encontrarme con un tipo que nació al otro lado del planeta para que entienda esto que es tan hermoso."
Y Celina recordó la tierra y el viento de aquí y se quebró. Porque "uno nunca es fuerte del todo, es una imagen, después cuando llegas a tu casa y cerras la puerta, el personaje se deshace." Tan vulnerables son también los fuertes que necesitan del contacto, del amor de su gente.

El sueño americano
Celina describe a Los Angeles como una de las ciudades más competitivas del planeta. “Esto es una selva, acá la gente está concentrada en los logros materiales. Así es la sociedad americana, el sueño americano es el primer millón de dólares y trabajan para eso. Acá todo el mundo es de otro lugar, Los Angeles es una ensalada brutal de culturas, acá se hablan más de 115 lenguas y dialectos…"
Pero también dice que esta donde esta por un proceso interno personal. "Yo vivo en Los Angeles sola porque estoy viviendo un proceso interno, personal. Estoy focalizada en mi arte, me entrego a una búsqueda interna muy profunda: qué quiero contar, como lo quiero contar, y como lo voy a expresar. Por otro lado tuve una infancia muy dura, trabajé desde muy chiquita y tal vez estoy viviendo una adolescencia tardía quizás recién ahora puedo jugar con la niña que llevo adentro; recién ahora me puedo levantar a las 11 am y empezar a trabajar a las 12. Por eso te digo que es un proceso interno."

Flamenco liberador
A todas esas madres que viven al servicio de sus hijos y de sus maridos, que no tienen tiempo para pintarse las uñas, Celina les dejó un mensaje: "Es muy difícil hacer todo eso y encontrar un tiempo para uno. Por eso, el día que decidan hacer algo artístico porque necesitan expresarse, les recomiendo que tomen clases de flamenco porque estás delante del espejo reafirmando tu personalidad, conectándote con la mujer y la niña que llevas adentro, las sacás a pasear y a la vez le mandás al piso la rabia y la alegría, conectando tus ovarios con la tierra. Entonces es precioso, no importa como salga el movimiento lindo o feo lo importante es que te conectes contigo misma."
Gracias Celina, ojalá que tu energía nos contagie a muchos para entender lo más importante de la vida: creer que no hay límites para conseguir lo que uno quiere; que es posible llegar a la meta, por lejana que sea.

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